Leí alguna vez que cuando las personas llegamos a una determinada edad o cuando ya hemos alcanzado ciertos hitos profesionales, no hablemos de satisfacción económica, sino personal, comenzamos a pensar sobre ciertos aspectos de la vida, en los cuales no habíamos reparado, precisamente, porque estábamos ocupados en nuestro trabajo o en el día a día.
Como resultado de estas cavilaciones, compartí la siguiente idea con mis colegas Juan Amado y Eric Martínez, con quienes realizamos un webcast llamado #EnConcreto, todos los miércoles a las 4 pm vía #Zoom y en nuestro canal de #YouTube (www.youtube.com/enconcreto), en el que conversamos sobre diversos temas que atañen nuestro servicio y experiencias en la industria de la Ingeniería, Arquitectura y la Construcción. La idea consistió en iniciar una campaña relacionada con las buenas prácticas por los idóneos ya que, consideramos que, no solo es lo correcto, sino que apoyaría la construcción de un mejor país y creamos la etiqueta #HazloBien, ya que con eso resumimos el espíritu de la campaña.
Me quedé con el pensamiento de hacer las cosas correctamente en nuestro ejercicio profesional y decidí que, en la última semana de cada mes, durante todo 2021, escribiría un texto para el blog de GEODINAMICS con relación a este asunto. Por supuesto, soy un Ingeniero, no un filósofo, así que hice una búsqueda en el Internet acerca del asunto y me encontré con una carta abierta publicada por el Ing. Humberto Reynolds de Unamuno, destacado miembro de la SPIA, publicada por El Panamá América el 24 de septiembre de 2004, intitulada “A los Ingenieros Civiles del país”.
En esta sentida carta a los profesionales ingenieros panameños, el Ing. Reynolds nos decía que “no podemos seguir actuando en forma tenue y poco ejecutiva con los colegas que se prestan para romper las normas éticas de la profesión”. Vale destacar lo dicho por el colega Reynolds en el sentido de que no solo hay normas éticas para nuestra profesión, sino que, según su conocimiento, han sido desvirtuadas o desvalorizadas por otros colegas. Este proceder incorrecto, a juicio de lo dicho en la mencionada carta, debió ser valorizado de esta forma en virtud de que tuvo que ocasionar algún perjuicio o injusticia, ya sea para el cliente final, que bien puede ser una persona, una comunidad o el país en general.
Y sigue diciendo que “tenemos una responsabilidad ante la sociedad panameña y la meta primaria del ingeniero civil es crear conciencia de nuestros servicios”. Por supuesto, por la calidad del servicio que prestamos, ya sea a un particular, o al país, el resultado final de nuestras acciones implican una responsabilidad ante quienes servicios por lo que debemos ser conscientes de que un acto incorrecto o indebido, digamos que “no ético”, crea una sensación de injusticia difícil de cuantificar pero cuyos resultados son manifiestos.
Finalmente, su misiva “A los ingenieros civiles del país”, nos exhorta a prestar nuestro servicio profesional al más alto nivel moral y legal, cumplir con el Código de Ética de la SPIA, asegurar la integridad de la profesión y la confianza de la sociedad en general, así como también a promover la expedición y reformas a la normativas relacionadas con el ejercicio de la Ingeniería, desempeñar nuestro trabajo de manera armónicamente sustentable con el ambiente y mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos.
Me quedo con la exhortación del Ing. Reynolds a “cumplir con el Código de Ética de la SPIA”. Estoy seguro que la mayoría de los colegas y quienes pertenecemos a la SPIA sabemos que existe, pero… ¿lo conocemos realmente?, y, fundamentalmente, al fin y al cabo, ¿Qué es la ética?
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, una de las diferentes definiciones de la palabra ética es el “Conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida”. Si bien es cierto, la ética y la moral tienen un mismo origen etimológico y tienden a ser utilizada de manera indistinta aunque puedan significar algo distinto, en el fondo, se trata de un sistema de costumbres, prácticas o valores de una comunidad, en este caso de los Ingenieros y Arquitectos, en el que se valora nuestra conducta para determinar lo que es bueno de lo que no es, en función de sus consecuencias, el perjuicio o la injusticia.
A lo largo del desempeño de nuestra carrera profesional, nos encontramos con diversos problemas y situaciones que trascienden el ámbito matemático, físico, científico y hasta estético, sino que van hacia el ámbito de lo social o éticamente responsable. Podremos encontrarnos, si es que no ha sucedido ya, situaciones en que se confrontan lo correcto de lo que no es, de lo justo versus lo injusto o el beneficio en contraposición con el perjuicio. Dijo el filósofo español Carlos Thiebaut que “la cuestión central de la ética, es el rechazo del daño”.
¿Somos consecuentes con la responsabilidad social y profesional a la cual invoca el Ing. Reynolds? ¿Tenemos conciencia del sentido de lo correcto, de lo que es permitido, de lo que no causa daño o provoca indignación o rechazo cuando nos desempeñamos como profesionales? ¿Hay realmente una “ética profesional” entre los colegas en nuestro país? Son estas cuestiones las que debemos plantearnos en todo momento y la etiqueta #HazloBien que queremos promover e impulsar en nuestro webcast #EnConcreto espero sea un recorderis para que, ya sea en el campo o en la oficina, tengamos presente nuestra responsabilidad para crear un mejor país a través de nuestro trabajo.
Trataremos de presentar un escrito cada mes relacionado con este tema y te invito a que lo comentes, nos dejes saber tus impresiones sobre este tema que usualmente queda soslayado y que es tan importante como cualquier otro aspecto de nuestra profesión.
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